En medio de gran expectativa y gratamente sorprendidos por la última producción literaria referente a Pasco, los lectores, entre lo que se puede nombrar, profesores, estudiantes y público en general, recibieron al periodista y poeta José Antonio Álvarez Pachas que inició la promoción de su libro “Morir en Pasco” en la Feria de la Doble Vía en San Juan Pampas de Yanacancha- Pasco.
Sobre los 4,380 m.s.n.m. y soportando la granizada que alternó a la lluvia habitual de la tarde, el autor se ubicó en la tradicional Feria Dominical, para compartir con la población el libro que recoge las tradiciones, leyendas y poemas en defensa de la histórica ciudad minera.
En su diálogo con la población, que se agolpaban para adquirir la obra, el autor refería que en el año que vivió y trabajó en Pasco fue tiempo suficiente para conocer el drama de su ciudad, destruida por el avance incesante de la mina a tajo abierto, e identificarse con sus costumbres y expectativas.
En la obra, el autor hace mención a los niños contaminados con plomo en la sangre, a la destrucción de los monumentos tradicionales y, polémicamente, a la complicidad de su anterior alcalde provincial sobre los acuerdos para secar la Laguna Patarcocha y no indemnizar a las víctimas de plomo en la sangre.
El autor fue entrevistado en Radio Minera y en Radio Alturas, donde se refirió a su obra como un aporte más a esa gran producción literaria que existe sobre Pasco, donde han participado César Vallejo, Manuel Scorza, y el autor natural de Pasco, César Pérez Arauco. “Mi obra sólo refleja lo que actualmente está sucediendo en la ciudad y la grandeza de su cultura”, señaló.
“Cerro de Pasco no es un campamento minero-dijo el autor- sino una ciudad con 80 mil habitantes que tiene y han creado una cultura; con música, danzas, comidas, artesanías propias y ha dado hombres valiosos como el primer Mártir de la medicina nacional, Daniel Alcides Carrión, por lo tanto no puede ser destruida como un campamento minero”, enfatizó.
“Yo estoy de acuerdo con la actividad minera que, no sólo sostiene a Pasco, que apenas ve un poco de toda su riqueza, sino a todo el Perú, pero es importante que la mina trate bien a su población, respete el medio ambiente y la cultura de la ciudad donde opera. No es posible que sólo los mineros tomen agua pura, mientras la población consume agua contaminada” agragó el autor.
El libro está a la venta en puestos de periódicos y librerías de la ciudad más alta del mundo.
Versos de la obra
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EL TAJO
Como una bestia inerte que tiene vida,
la fosa respira por encima de la tierra.
Así es el tajo abierto de la mina:
células pensantes y asesinas
que no detienen su avance criminal
MORIR EN PASCO
A la pequeña Thais, al pequeño Yeferson Luis,
a Jhon Anthony, víctimas con plomo en sangre
En Pasco se apaga la luz de los ojos
de la niña de la lámpara azul
y un ejército de chavales caen exangües
al defender sus barricadas
en los parques infantiles y en las aulas.
El Alcalde depone sus armas,
entrega su pabellón y su estandarte
Flamea triunfante la insignia de la empresa en la Plaza
de Chaupimarca, en la Calle Marquez, en la Iglesia Matriz
donde los santos no creen en milagros.
Los cementerios se llenan de adolescentes
que adolecen de vejez prematura
y los viejos lloran su último llanto y añoran,
desde lejos,
morir en Pasco.
DESTRUCCION
En el centro de mi alma
Un gran forado está destruyendo
Mis recuerdos:
Los patios de mi niñez ,
Los parques de mi infancia,
Las calles de mis andanzas,
Los estadios de mis danzas
Caen de tres en tres:
colegios, efigies, héroes y santos
y sólo se levantan
para volver a caer,